El PRIAN: un siamés perverso


Fernando Ramírez López (*).


Para: Sonia Domínguez Ayup,
Mi compañera de viaje
“He intentado decir lo que pienso acerca del
puesto del hombre en el universo y de sus
posibilidades para conseguir una vida mejor…
En los asuntos humanos podemos ver que hay
fuerzas que tienden a la felicidad y fuerzas
que tienden a la miseria. No sabemos cuales
prevalecerán, más para obrar prudentemente
debemos de ser conocedores de unas u otras”.
Lo que creo
Bertrand Russell

El próximo domingo 7 de julio, los coahuilenses asistirán a las urnas para elegir alcalde en los municipios de la entidad.
En el caso específico de Torreón, son los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional los que “aparentemente” tienen mayor número de posibilidades de llevarse el “botín” de la alcaldía, y lo expreso en estos términos porque a más de 100 años de la fundación del mismo todavía no brilla en el horizonte local ni estatal en la última centuria, un alcalde o gobernador del que nos sintamos orgullosos. La incapacidad, talento, vocación de servicio que no conocemos por estos lares; es lo que ha caracterizado a priístas y panistas, que es a mal servir y a saquear las arcas municipales. El único acierto por su fortuna personal, fue el de don Juan Abusaid Ríos (1970 -1972) mismo que al término de su mandato giró un cheque personal para dejar en cero la deuda de Torreón. Fue otra época, ahora han aprendido a servirse impunemente del presupuesto y a hacer negocios personales para garantizar su futuro económico personal y familiar.

Solo en Coahuila suman trece partidos políticos los que participarán en esta justa, seis de los cuales tienen registro local, que cuentan con asignaciones multimillonarias y que se han fundado como satélites políticos del gobernador Rubén Moreira; a esto se suman la violencia y las pifias del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPEC).

A estas alturas el binomio PRI–PAN o simplificando PRIAN que son lo mismo, son la representación de las fuerzas miserables que nos mantienen en el retraso económico y la marginación del desarrollo; porque además de ladrones son incapaces. El PRI nunca desde su fundación en 1929 ha sido partido político, es a la fecha una agencia gubernamental que en función del domeñamiento de la voluntad colectiva se mantiene en el poder ; en este momento en todas las regiones de Coahuila se distribuye la “tarjeta verde” con la que el hambriento y necesitado pueblo recibe una despensa eventualmente, situación por la que Miguel Ángel Riquelme, no es más que un empleado del poder sin personalidad ni voluntad propia; pero además carga con los errores y hartazgo social del moreirismo y la pésima gestión de Eduardo Olmos Castro. En el PAN las cosas son similares; un partido que desde su fundación en 1939 es el primer desmembramiento del PNR; el cual es fundado por Manuel Gómez Morín; cuyos miembros de la casta empresarial parasitaria siempre han vivido a expensas de los gobiernos establecidos.

El descaro absoluto del PAN se da con Carlos Salinas de Gortari, que para medio arreglar su “ilegal” llegada al poder se alía con éste y con Diego Fernández de Ceballos, quién prominente defensor de la burguesía es hoy multimillonario y en acuerdo con Salinas, inician el reparto de canonjías, gubernaturas, diputaciones locales y federales; senadurías, hasta llegar a concesionarles por 12 años la Presidencia de la República con los fenómenos biológicos Fox y Calderón.

En Torreón se reproduce el esquema y en contubernio con Rogelio Montemayor, crean “Mujeres por Torreón” en 1995, destituyen a Mariano López Mercado y logran la llegada por el PAN de Jorge Zermeño Infante, Memo Anaya Llamas del que se rumoran muy buenos negocios a la sombra del poder, hasta José Ángel Pérez Hernández. De éstos en Torreón solo se recuerdan su mediocridad y la construcción del Distribuidor Vial Revolución (DVR) que costó más de 300 millones y que por ser una obra mal hecha, provocó accidentes mortales, se cerró de manera inmediata y posteriormente con otros 80 millones se dinamitó ante la mirada siempre lacayuna de una ciudadanía dominada por la indiferencia y su cobardía de participación social.

Por esto es que ponen y disponen, porque no nos atrevemos a levantar la voz contra los opresores, como lo hacen hoy día los pueblos organizados de Guerrero quienes en actitud ejemplar se constituyen como grupos de autodefensa y los maestros luchan por una verdadera “reforma educativa”. Aquí en Torreón callamos inmisericordemente; por lo que el candidato panista Chuy de León, con lujo de excesos económicos no duda en poner costosos espectaculares, anunciando “el cambio ya empezó”; ¿de qué? Nos preguntamos; y nos respondemos, si de mayor mediocridad y alabanzas a los pudientes, más competencias de a ver quién roba más.

Triste destino el que nos espera a los torreonenses con estos candidatos del PRIAN los que electoralmente utilizan en todo el país, recursos públicos para sus campañas políticas en cifras oficiales publicadas por El Siglo de Torreón el 15 de noviembre del 2009 señaló “es importante mencionar la carencia de infraestructura y que en los últimos 4 años llegaron al país más de sesenta mil millones de dólares de inversión extranjera y un monto similar se atribuye a inversiones nacionales, de ese monto llegaron 4,502 millones de dólares a Saltillo y Ramos Arizpe, mientras que a Torreón, las inversiones contabilizadas totalizaron únicamente 282 millones de dólares, ya incluidas las inversiones de la planta de lácteos del grupo “Lala” y la del Grupo Modelo con el nuevo complejo TSM” es decir la inequitativa distribución de inversiones entre Saltillo capital y La Laguna.

¿Qué futuro le espera a los ciudadanos de Torreón? Si según un estudio de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación superior (ANUIES), “…en ésta década, unos 305 mil jóvenes egresados de universidades estarán, año con año, condenados al desempleo si la economía mantiene su bajo nivel de crecimiento”. Incluso en un panorama optimista, si la economía creciera a un ritmo anual de 5 % - en 2012 fue de 3.9 %- no lograrían colocarse más de 239 mil egresados de los 544 mil 490 que habrá al año, destaca el organismo, integrado por instituciones públicas y privadas”.

La respuesta a nuestra problemática está en elegir a un próximo presidente municipal de Torreón, extraído del poder ciudadano con experiencia y conocimiento de los retos de un orden mundial cada vez más competitivo y globalizado. Por eso mínimamente tiene que cumplir con las atribuciones que le competen; seguridad, hospedaje empresarial, adecuado transporte público, plazas y mercados, desarrollo social equilibrado, sano manejo de las finanzas; poner la mira en la inversión extranjera directa, acabar con contratistas parasitarios; promover una educación superior vinculada a la generación de empleos y convertirnos en un nicho de oportunidad mundial, en el renglón de desarrollo, que nos corresponda.

Esta es la tercera vía y toda la respuesta está aquí, en el ejercicio del voto que tiene un poder ciudadano comprometido con sus raíces y el futuro de sus hijos.

(*) Analista social.